jueves, 13 de marzo de 2008

Ali Primera y la diversidad cultural

Alí con el grupo “Decimistas de Cabure”. Acto en defensa del Cerro Galicia, 1981.

Alí Primera en su Diversidad Universal

Por José Millet*

Alí es el ejemplo más alto del nuevo canto nacido en Falcón, a golpe de escardilla hiriente de una tierra semidesértica, pero que al preñarse da los frutos más preciados. Supo hurgar en los escondrijos de la canción en sus más diversas modalidades, tal como se daban en la región y en otros sitios de la geografía nacional, como la entrañable Lara, con el horcón mayor, Pío Alvarado, y el Zulia, última escala de su órbita vital, realizada pocos días antes de morir trágicamente. Interminable la lista de los cultores populares que reconoció y en los cuales se inspiró para componer temas que le proyectaron a la aceptación de toda Venezuela, ejemplo elocuente: los Salveros de San Hilario, cuando sumó su voz a la canción solidaria con el cerro Galicia, en 1981. Transitó por las grandes ciudades, en la patria y fuera de ella, pero hasta el postrer momento reivindicó su entraña de campesino paraguanero, de donde había aspirado el humus esencial de su vida llana, desenfadada y sincera, que alimentó una poderosa manera de asumirlo todo con la reciedumbre y valentía del hombre bueno del terruño; marca distintiva asimismo de su inicial trova soñadora y mañanera. A nada, sin embargo, fue ajeno, porque atento estuvo siempre a los latidos musicales de la Patria Mayor que es Latinoamérica, a cuyos pueblos entregó su militante cántico comprometido.

No cabría, pues, mejor explicación para la presente Exposición “Alí, una vida en imágenes” que el homenaje del Estado Falcón a la vida y a la obra del Padre Cantor del Pueblo Venezolano, en el marco de este Encuentro por la Diversidad Cultural (2006), de la cual también Alí se redimensiona como símbolo, en tanto la trató no sólo refiriéndola a las manifestaciones del espíritu humano, sino también al respeto y a la defensa de la biodiversidad en toda la plenitud y extensión del término. Hombre y Naturaleza para él debían marchar al unísono. Mas su excepcional capacidad intelectual lo condujo a diseñar el programa más acabado y radical de la política cultural de un país, como Venezuela, en el cual soplaban ráfagas de cambios profundos inspirados en el pensamiento de El Libertador, continuados por las masas populares cuyas creaciones asimiló y recreó con genial originalidad, las mismas que cantaron y bailaron al ritmo inefable de este poeta-cantor falconiano. Reivindicó al indio, instaló en su lugar la gesta de liberación nacional del negro extrayendo de ellos valores esenciales como el de la libertad y colocó el corazón del pueblo en su mano, para levantarlo como el verdadero puño que golpea las tinieblas.

Porque sabía como ningún otro artífice el precio y la función de las ideas en la lucha frontal de las masas explotadas contra la clase que le ha negado siempre el aliento, le dio al arte su rol decisivo en la organización de un movimiento cultural basado en los poderes creadores del pueblo, que se constituyera en la trinchera de primera línea en esa disputa y desde la cual se librara el combate por la unidad de la sociedad, más allá de los intereses de grupos políticos que, lejos de adelantarla, han dividido siempre a la gente para lograr sus fines. En ese pecho solidario se juntó la sangre toda de la nación, más allá de los orígenes de etnias y de “razas”, a las que nunca mencionó por su contenido reaccionario, como en un haz de varillas múltiples de un entramado nacional que resume en un rayo de luz el arco iris del país que ahora se está fundando definitivamente, gracias a esta revolución de los oprimidos que en justiciera apreciación denominamos bolivariana. La unidad es en términos políticos lo que la identidad en términos de una cultura nacional, forjada en el proceso de liberación e independencia nacional, no excluyente de objetivos libertarios a nivel supranacional.

Es lo que hizo brotar de la garganta de Alí la música de su pueblo, cargada de sentimientos, aires melódicos y ritmos que recorren el cuerpo físico de toda Venezuela, cuyos intereses y necesidades expresivas y sociales interpretó magistralmente con la sensibilidad característica de un juglar pueblerino por cuya mente pasó un turpial diciéndole que en el cují se sintetizaba la dimensión universal del ser humano. Porque como Venezuela es resumen de la Humanidad, el canto de Alí aglutinó todas esas sangres para reconocer en cada cultor del pueblo el polen necesario para levantar la Patria bonita con que soñó y guerreó este coriano de pura raigambre, como gajo joven del tronco familiar representado por Mama Pancha y Carmen Adela. Uno en la diversidad, como su pueblo venezolano, el canto de Alí inspirado en lo múltiple y heterogéneo se suma a esta reflexión acerca de dónde venimos, cómo se forjó la identidad venezolana y hacia dónde deberemos conducir los pasos en este laberinto de pueblos y culturas con los que nos ha tocado convivir. Frente a este mundo donde el poder hegemónico de las potencias del Norte debilita nuestros sentimientos, niega la riqueza artística e innovadora de las localidades, comunidades y regiones para imponer un modelo de cultura global que es el nuevo instrumento de dominio, ahora con pretensión de ser establecido a escala planetaria, no hay respuesta más oportuna y eficaz que presentarle aquel puño poético y de claro pensamiento transformador, sólido y firme, que levantó Alí, con el respaldo de la conciencia plena del pueblo de que su saber más preciado permanece en el fondo ancestral del Hombre, dispuesto a enfrentarse a las tinieblas y con la voluntad de llegar al buen puerto, donde el hombre será hermano del hombre, más allá de cualquier distingo de procedencia étnica, color de piel, sexo o posición social.

Alcanzar la Humanidad que Alí visualizó y a la que le cantó, a la que aspiramos y por la que luchamos desde esta trinchera, una y diversa, humana y solidaria que es la cultura: he aquí la meta última y trascendente de nuestras obsesiones.

Lic. José Millet*

Director*

Centro de Investigaciones Socioculturales-INCUDEF

Miembro de la Red de Escritores de Venezuela

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ali Primera, Atlas etnográfico, por José Millet

Balikia:

El Sembrador de la Patria Buena.-





Atlas del trovador combatiente Alí Primera.-





































Alí en su paisaje falconiano
A Carmen Adela, de este otro hijo, allende el vientre sonoro Caribe

Estación de esperanza: Un pabellón anuncia en Coro: “Aquí nació Alí Primera.” Se siente la emoción y el orgullo de ser cuna de tan insigne poeta. Una canción abarca la geografía toda de su país entrañable. El la condensa en un puño levantado con un clavel rojo. En este patio dio sus primeros pasos, junto al padre soldado que moriría pronto y a su madre que le enseñó el camino que debería recorrer sin detenerse, con la mirada puesta en el futuro y en la esperanza.
Estación del desguarnecido…espigado: Paraguaná, la de las lluvias que no llegan para apagar la sed y sentimental suelo en que sembró su corazón. En aquel paisaje desértico de San José de Cocodite sus pies descalzos palparon mejor la pobreza. Junto a sus hermanos y un borrico; a recorrer el campo árido, donde se anidan aquellos pájaros y las flores que se quedarán definitivamente en su verso. Allí brotó el rezo a la abuela Mama Pancha, de cuyas manos nacerán todos los niños de la patria. De la playa donde los gringos hacían lustrar sus botas al Alma Máter caraqueña, que afila su pensamiento. La policía en la Universidad: el panfleto político en sus manos y la cárcel, de la que germinará el canto revolucionario, sí, más radical: “Humanidad”. La guitarra romántica no se cuelga, es que el cuatro rebelde le va a acompañar en su viaje de estudios por Europa. En aquellos países fríos nace el artista que vivirá por un arte: despertar a su pueblo. “Venezuela” y “De una vez”, discos que vieron la luz en Alemania, a los que se unirán sus dos primeras niñas de genética nórdica, pero de alma venezolana:”Marimba” (María Angélica) y “Chimpi” (María Fernanda). Nuevamente la luz lo descubre en su canción solidaria: aquí al lado de los decimistas de la sierra movilizando a todos para defender el Cerro Galicia que quiere herirlo el dinero desalmado; allá, para denunciar la agresión al lago Maracaibo…Al lado de los pueblos que luchan en el planeta por su liberación sintetizados por el Tío Ho, Tamara Bunker y el Che. Caminando van brotando otras ramas de su cuerpo amoroso: Jorgito, y los hijos con Sol, cuyos nombres reflejan su militante pupila: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón.
Estación postrera, el accidente que es la vida: su regreso al Coro natal y nuevamente a Paraguaná, resumen de la tragedia de su pueblo: el chorro de humo negro hiriendo el color limpio del cielo; las transnacionales robándole a Venezuela el petróleo; los viejos pescadores alejados de sus peces; las mayorías hundiéndose en la miseria…Pero el puño levantado en alto con la ternura de su flor. El poeta no cambió de paisaje, sino que el paisaje ya no es el mismo: el chivo se volvió montaraz y echó al gringo de su corral; el petróleo ahora es de Venezuela y el canto del hijo del campo paraguanero ahora se escucha más alto que nunca. La sencillez con que siempre había vivido y soñado: el corazón vibrando en la tierra donde fue sembrado, junto al gallito rojo y las flores ensortijadas en su cabello rebelde. Un nombre, un solo nombre escrito por el pueblo para prolongar en el recuerdo y en el quehacer cotidiano a quien entregó lo mejor de sí para ser más libre y más pleno al ser humano.


José Millet
Coro, julio 6 de 2006.


I.- Ruta vital comentada de Alí Primera.-

1.- El 31 de octubre de 1941 nació un niño en el hospital de Maternidad Oscar Chapman de la ciudad de Coro, la de las casas de barro, de calles con piso de adoquines y con otros méritos que la hicieron merecedora del título de Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la UNESCO, compartido con el famoso Puerto de La Vela, punto de desembarco de Francisco de Miranda. Le pusieron por nombre Alí Rafael, pero todo el mundo lo llamó siempre Alí.


2. Aquel niño era el hijo número siete del matrimonio de Carmen Adela Rosell y Antonio Isidro Primera, venidos de la Península de Paraguaná huyéndole a la sequía y a las penurias propias de una familia pobre.

3.- Alí tenía apenas tres años cuando muere su padre, quien era un hombre sensible: “uno de esos policías que animaban a los presos para que le hicieran juguetes de madera a sus hijos”.

4.-Los miembros de su familia tienen que regresar a Paraguaná, donde viven en San José de Cocodite, sitio de alto simbolismo asociado al horcón mayor: la abuela materna Mama Chayo, fallecida en 1973 a los ciento seis años. Allí la familia se unifica ante las difíciles condiciones que la rodea y que hace necesaria que cada uno de sus miembros asuma alguna responsabilidad, comparta la carga. La solidaridad es hija de la pobreza.

5.- La suya era una familia de madera dura, cortada de un tronco donde se habían distinguido personas vinculadas a las guerras por la independencia de Venezuela. Su madre, Carmen Adela, era de semejante reciedumbre de aquel árbol.

6.- Sus allegados sanguíneos eran pues gente fuerte de carácter y espíritu forjado en la lucha con una tierra árida encima de la cual levantaban sus gajos espinosos, desafiantes al viento, las plantas donde anidaban pajarillos alegres y cantores.

7.- La madre accede a que el pequeño Alí se vaya a vivir con un pariente a un sitio nombrado El Milagro, cercano a los Taques. El niño Alí entra en contacto vivificante con el desierto de Paraguaná, con su vegetación xerófita de tunas, espinos, el jabo, el didive y donde el turpial, el cardenal, los gonzalitos, los chuchubes, chirritos, torcazas y guachas construían sus nidos y ensueños.

8.- La naturaleza curte la piel y el carácter del niño, que aprendió a arrear los chivos y a cortar y a cargar la leña necesaria para el fogón, mientras su vista se extasiaba en el paisaje, con horizontes infinitos y el mar como telón de fondo. Su espiga es de campesino y con los hombres de campo aprendió mucho de la vida.

9.-La madre vuelve a casarse y los hijos suman ahora diez, la mitad nacidos con la asistencia de la abuela paterna Mama Pancha, “partera y rezadora”, a quien le dedicará el cantor Alí una de sus mas tiernas canciones. Ella es la encargada de darle acabado al temperamento sensible de Alí, de terminar de forjar su espiritualidad y de sembrar valores, como el arraigo al terruño, al habla y a la sabiduría de la gente sencilla del pueblo (“La Mama Pancha había dicho que era varón, y fue varón Juan Simón”).Aquellos principios sembrados en el niño, acompañarán siempre a Alí.

10.- Aquellas aventuras tenían lugar en un ámbito asociado a la escasez material y se imantaban de un encanto favorecido por el contacto con el terruño familiar, animales y árboles que se mecerán luego en el pecho del adolescente. Esto puede resumirse en el pasaje de Ali junto a sus hermanos a lomo del burrito “Tatico” o del pollino “Guarapo” rumbo a Caradacagua, a que don Benjamín Sierralta, el dueño de la tiendita en que hacían las compras o pedían el “fiao”. El revoletear de los pájaros, el olor a tierra húmeda y el viento juguetón que estremece las plantas se convierten en paseo que ayudan a acomodar en la mente imágenes que luego serán plasmadas en las canciones del juglar falconiano.

11.- Paraguaná es la geografía donde la pies descalzos del niño Alí van hundiéndose para dejar la huella de su paso por la tierra: San José, Caja de Agua, El Pizarral y, de repente, Las Piedras, con sus pescadores que le enseñan el lenguaje del mar y del trabajo fatigoso del oficio de la pesca echa a mano, con medios elementales fruto de la tradición.

12.- Nuevamente las urgencias que impone una familia pobre obligan a Alí al ejercicio de ocupaciones como las de lustrar zapatos, cargar agua, vender dulces y lavar carros. En la conciencia de un niño dispuesto para el juego y el estudio, no para el trabajo, esto dejará una huella en el alma que luego se reflejará en el canto.

13.- El futuro artista tropieza con otro menester que será como el símbolo de su vocación de luchador: el de boxear, en cierta ocasión en un ensogado dirigido por un boxeador profesional apodado Kid Cataluña, según unos y, según otros, a manera de infantil pasatiempo, cuando lo hace con uno de sus hermanos en la playa.

14.- La situación familiar le impide comenzar el aprendizaje siguiendo el camino de un estudiante normal: aprende a leer con la monja que era su madrina de confirmación y escucha lecciones desde la puerta en una escuela de adultos con un señor funcionario de la Aduana de Las Piedras, quien impartía clases nocturnas a los pescadores. Cuando logra entrar en la escuela primaria, se gana el derecho de ingresar en el cuarto grado por lo mucho que sabia gracias a su tesón, inteligencia y dedicación autodidacta. Alí había tenido antes en el seno familiar por maestros a gente muy valiosa, como su hermano Asiclo, poeta natural como él.


15.- Concluye sus estudios iniciales o básicos en Caja de Agua en la escuela “Diego Ibarra” y, hasta su entrada a la Universidad, se destacará por su aplicación y alto rendimiento, honrando la educación recibida de parte de su familia y sobreponiéndose a las difíciles condiciones en que ella se desarrollaba en aquel tiempo de pena y pobreza generalizadas.

16.- Para concluir sus estudios secundarios, Alí llega a Caracas donde se respira la mezcla la atmósfera de los cambios que recorren a América Latina. Comienza la década de los sesenta, es tiempo de guerrilla y de rebeldías estudiantiles.

17.- También baten aires de diversos tipos de música; junto a la tradicional, se escuchan el rock and roll, los Beatles, Bob Dylan, la llamada “canción protesta” o de crítica social que reverbera en Cuba y se extiende a otros países.

18.- Se gradúa de bachiller en ciencias en el Liceo Caracas en 1963.

19.- Apenas concluido este nivel de estudio, de pronto se producirá el contacto de Alí con el mundo de los estudiantes universitarios, con quienes comparte su afición por la música y el canto, que en ese entonces el joven paraguanero lo concebía como pura romántica.

20.- En 1965, Alí ingresa en el área de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela para estudiar Química, donde permanecerá hasta 1972, según su propia certificación personal. Entonces se hacía acompañar con su guitarra para cantar casi exclusivamente canciones románticas, ajustado a que concebía la música como entretenimiento, algo para “dar serenatas”, para parrandear y alegrarse entre sus compañeros de estudios.

21.- Para esa época la policía allana el recinto universitario cada vez que se lo ordenan y, justamente, en el año (1967) del asesinato del Che en Bolivia, Alí es apresado junto a varios de sus compañeros y va a dar a las mazmorras de la DIGEPOL, donde sufre torturas y vejámenes hasta que lo liberan treinta y siete días después.

22.- El bautizo en la cárcel lo fortalece en sus valores y convicciones: allí escribe su primera canción, Humanidad, en la que ya el paisaje no es el protagonista, sino el hombre que sufre y se rebela enérgicamente frente a la injusticia social y la opresión. Nace el cantor revolucionario que ya no se apartará más de la guitarra como el mejor medio para contribuir a redimir a su pueblo.

23.- Ese mismo año de 1967 marca un viraje en su encuentro consigo mismo como creador. En lo adelante, el reconocerse como creador hará que su poesía vaya buscando un lugar esencial en su vida, al lado de cualquier otro tipo de inquietud social o política. Para entonces escribe la canción No basta rezar que interpreta en Mérida durante el Festival de la Canción Protesta organizado por la Universidad de Los Andes. En esa primera interpretación, el cantautor levanta de sus asientos a los asistentes, quienes confirman la calidad de la obra musical y del propio Alí como ser humano, que la canta con un éxito tan rotundo que lo convierte en un cantor que empieza, eso sí, cuesta arriba, a andar, sin proponérselo, el camino de la fama.

24.- Se gana la simpatía de los estudiantes que, a partir de ese momento, se convertirán en su público favorito, del cual ya no lo separará sino el imponderable inevitable de la muerte al final de su breve pero intensa trayectoria vital. A partir de ese preciso instante, caracteriza los espacios donde está presente el pueblo como los únicos en que se presentará con su canción de crítica al régimen.

25.- Las ideas del nuevo cantor se radicalizan y lo llevan a asumir una actitud de denuncia de todos los males que invaden, como parásitos, el cuerpo de la sociedad venezolana. Males como la pobreza, la falta de servicios de salud y de educación pública al alcance de la mayoría, la situación de los niños obligados a trabajar o lanzados a las calles, la inseguridad de la gente, la corrupción de los funcionarios del Estado, el engaño de los políticos. La conciencia de que hay que luchar contra todas esas injusticias lo lleva a afiliarse en la organización Juventud Comunista de Venezuela.

26.- La gente progresista se organiza para mantener viva la llama de la confianza en la lucha. Alí participa en el combate con su mejor arma: el canto. Se le conoce por sus famosas canciones Humanidad, Canción al Tío Ho Chi Minh y otra dedicada al Comandante Che Guevara.


27.- Casi en la alborada de la década siguiente, exactamente en 1969, aparecen sus discos Vamos, gente de mi pueblo y Canciones de protesta, producidos por el Partido Comunista de Venezuela, que lo selecciona para hacer estudios superiores en un país del denominado campo socialista. Y ese año comienza la carrera de Ingeniería en el Instituto de Petróleo de Rumania, donde permanecerá hasta 1973.
28.- Durante su estancia en Europa, aprende idiomas, como el rumano, el inglés e italiano y se adentra en costumbres nuevas; también, en base a su don natural, se le abren puertas a la amistad, elementos todos que amplían el universo de sus conocimientos. La experiencia de conocer otros pueblos y de compartir culturas ajenas, lo reafirmarán en su identidad como venezolano y hombre perteneciente a Latinoamérica. Escribe desde Bucarest (29.11.1969) a su hermana entrañable Carmen Antonia “La Negra”: “Ya he aprendido el idioma/rumano/ y tengo muchos amigos, mi preferida es la doctora la cual me tiene bien cuidado respecto a mi enfermedad, es una gran mujer y muy linda. En diciembre vamos a ir a la montaña donde existen hoteles para estudiantes y campos para esquiar, voy a tratar de aprender.”

29.- Desde allí envía cartas preocupándose siempre por su familia y en particular por sus sobrinos, en un estilo que transparenta su alma campechana y el trato cariñoso con las personas.

30.- En 1971 aparece Guerra Larga, disco suyo producido por el Partido Comunista de Venezuela y realizado en formato de 45 revoluciones por minuto.-

31.- Alí se reconoce a sí mismo como cantor: escribe la letra de y musicaliza varias canciones que se incluirán luego en su primer disco de larga duración grabado en Alemania que titula Gente de mi pueblo, en alusión a la tierra que lo vio nacer y a la gente que habita en ella. En su país natal, este disco es vetado por el gobierno adeco de Raúl Leoni y Alí se verá obligado por ello a crear su propia firma disquera que nombra Cigarrón, encargada desde entonces de la producción del resto de su producción discográfica, que alcanza doce acetatos.

30.- Europa contribuye decisivamente a darle mayor seguridad como cantor comprometido con la causa de su pueblo. Lo sitúa en una situación ventajosa para compartir los estudios con su quehacer artístico: escribe otras canciones, siempre tomando como motivo Venezuela. Con su canto recorre escenarios de varios países del bloque socialista, donde participa en festivales de la canción política en la República Democrática Alemana, en 1971 y 1972, e interpreta sus propias canciones en escenarios de Checoslovaquia , también en 1972. Ofrece recitales en universidades europeas importantes. Conoce Francia, Italia y Suecia, invitado por organizaciones estudiantiles y obreras.


31.- Justamente al año siguiente (1973) visita primero Suecia y luego Noruega para ofrecer conciertos Lo flecha el Dios del amor Cupido: se enamora de Tarija Osenius, una finlandesa criada en Suecia y graduada de enfermera. De esa unión nace María Fernanda el 26 de junio de 1973 en Estocolmo; Alí la apoda “Chimpi” y le compone “La piel de mi niña huele a caramelo”, una de sus canciones más tiernas.

32.- Justamente, para esta fecha realiza un viaje a la República Federal de Alemania, donde grabará dos de sus discos. La productora alemana Verlag Plane saca a la luz en 1973 su disco intitulado Canciones del Tercer Mundo para un solo mundo.-

33.- Su ciclo europeo se complementa con la participación en varios congresos de estudiantes, precisamente invitado por organizaciones estudiantiles, como los que se realizan en Italia y Checoslovaquia. Esa confrontación es vital para lanzarse a comprobar sus puntos de vistas ideológicos e intercambiar ideas, muchas de ellas alcanzadas en su elaboración personal en base a la comparación de las realidades sociales a ambos lados del Atlántico. En Europa se hace firme su decisión de rechazar toda imposición que atente contra la calidad artística: lava platos para no vender su canto. En otra de sus cartas confiesa que el mundo “se le hace chiquito aun entre los latinoamericanos”, aunque logra cantar en sitios donde se le respetaba su canción.

33.- La tierra natal lo llama, le echa de menos a tantas cosas de su terruño. Revela en una de sus cartas enviadas desde allá: “¡Coño, como me hacen falta las caraotas y las arepas y el olorcito a café que haces por la mañana! Te quiero, tuyo, Yiyo”.

34.- En 1973 regresa a su país natal, pero será sólo para luego estar de regreso pronto en Europa y viajar a Suecia por razones familiares. También nace allí la pequeña María Angélica, “Marimba”, a quien le regala su canción “Adonde me llevan los pies”. La ruta europea lo lleva a dar otros recitales en diversos escenarios y países.

35.- Pero al año siguiente (1974), regresa definitivamente a su terruño natal, acompañado de sus dos hijas. Viene en disposición de asumir su compromiso con la patria que lo reclama. Es el año tal vez más pródigo en obra publicada: el sello venezolano Promus le producirá tres LP: Lo primero de Alí; Adios en dolor mayor y Canción para los valientes.

36.- En 1975 el sello musical Cigarrón, recién fundado por Alí, le producirá su LP La patria es el hombre, al que sigue el año siguiente, Canción mansa para un bravo pueblo, con canciones escritas bajo el impacto del golpe fascista de Chile, las que lo llevan de la mano al choque del encuentro con la historia patria (“José Leonardo”) y de ese otro con lo más tierno, como la dedicada a su niñita ( “Los pies de mi niña”.)


36.- En 1976 visita Ecuador para participar en un congreso de estudiantes e interviene en programas radiales. Al año siguiente (1977) Promus produce su LP Cuando nombro la poesía asiste al Festival del canto por la amistad, que se realiza en la URSS y actúa en varios programas televisivos y radiales. Para esta fecha, con mucha frecuencia es entrevistado por numerosísimas emisoras radiales, mas nunca por las televisoras, a las que ofrece una fuerte resistencia y crítica radical, por su capacidad de manipulación y sesgo altamente comercializador. Ya podemos hablar, no obstante, del fenómeno Alí Primera como un artista popular, sobre todo reafirmado por su carisma, su creación musical original y su estilo interpretativo peculiar, de gran aceptación por buena parte del gran público, en especial por los estratos más humildes de la población.-

37.- Precisamente el 8 de febrero de ese año (1977), de la unión con Noelia Pérez, le nace otro hijo, a quien bautiza con el nombre de Jorge, en honor al revolucionario Jorge Rodríguez, asesinado tres años antes durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Lo apoda “Tupamaru”, nombre de los guerrilleros urbanos del Uruguay.

38.- En marzo de 1977, conoce en Barquisimeto a la cantante Sol Musset en el programa “Los venezolanos primero”, dirigido por Gerardo Brito.

38.- La familia de la apuesta novia vive en Acarigua, que es el pueblo indicado para celebrar la boda al año siguiente.

39.- De la unión de Alí con Sol nacen en Caracas cuatro hijos: Sandino Rafael, el 17 de marzo de 1979, en evidente alusión al General de Hombres Libres nicaragüense y a la lucha del Frente Sandinista por alcanzar su liberación de ese pueblo hermano de Centroamérica; Servando (en honor al poeta guerrillero falconiano Servando Garcés), el 27 de agosto de 1980; Florentino, el 31 de agosto de 1982 y Juan Simón, el 11 de noviembre de 1984.

40.- En 1977 participa en el Festival de la Canción Política realizado en La Habana, donde ofrece recitales en la prestigiosa institución Casa de las América, en el Parque Lenin y en la Colina Alma Máter de la Universidad de La Habana, donde comparte tan simbólico escenario con cantantes cubanos, como Omara Portuondo, los grupos Moncada y Mayohacán y también con Martha Jean Claude, de Haití...Ofrece conversa torios en centros laborales, como la célebre fábrica de tabacos H. Upmann...

41.- En el orden político, sus actitudes se radicalizan al punto de rechazar cualquier compromiso con organizaciones que, para lanzarse en campañas electorales, solicitaran en Venezuela procedimientos y métodos que condenaba públicamente, como ocurrió en 1978 con el Movimiento Al Socialismo (MAS), a continuación de lo cual manifiesta públicamente su posición política independiente en relación con un posible filiación a un partido que lo atara o comprometiera con procedimientos o actitudes para participar en un proceso electoral inadmisible.

42.- El autor de Techos de cartón se sentía atraído por la Naturaleza y, especialmente por el mar, que le recuerda sus días de infancia. En el arranque de los ochenta, se le ve frecuentar las playas de la Península Paraguaná en compañía de su familia.

43.- Ali sintió una atracción muy fuerte por los bebés, que lo movían al arrebato. También por los niños a quienes cuidaba y mimaba con mucha ternura. Así lo expresan sus palabras: “Yo siento el amor mas grande cuando nace por un niño y el más hermoso cariño se cobija en sus manitas, no hay como sentir un beso oloroso a golosina” .

44.- Ali sintió siempre un interés creciente por los jóvenes a quienes estimulaba a luchar y a incorporarse a la actividad creadora. Dedicó mucho tiempo y energías a seguir el curso de los estudios de muchos estudiantes, en cuya graduación de bachilleres participó en condición de Padrino, distinción que lo hacia sentirse muy honrado y que era compartida por los educadores. Fue memorable su presencia en Barquisimeto, en 1981, en uno de estos actos.

45.- El vate falconiano seguía el curso de los cantores y participaba en actos para estimular en ellos el poder de la creación. Es el caso de la cantante María Carlota, en cuyo bautizo de un disco de larga duración de ella se ve a Alí, en Acarigua Estado Portuguesa, al año siguiente (1982).


46.- En abril de ese año, participa junto con Lilia Vera y Rafael Salazar en el III Festival –Foro de la Nueva Canción Latinoamericana que se realiza en México. Intervienen Daniel Viglieti y Alfredo Zitarrosa, de Uruguay; Amparo Ochoa y José Colina, del país anfitrión y el tovador Noel Nicola y el musicólogo Argeliers León, ambos de Cuba. Lo aplauden más de 8 mil personas.

47.- - Alí se emocionaba al ponerse en contacto con los grandes cantores nacidos de la entraña del pueblo venezolano. Aquellos, como él, no tuvieron mejor maestro que la vida y ellos reconoce la entrega desinteresada y apasionada al arte musical. En numerosas ocasiones se le descubre compartiendo escenarios con músicos y trovadores anónimos que lleva a primer plano gracias a ese tacto exquisito que le acompañó siempre de develar el talento donde quiera que se manifestaba. En 1983 participa con cultores populares de la sierra coriana.-

48.- El poeta-trovador paraguanero conocía que en Barquisimeto podía apreciarse a flor de piel tesoros increíbles y se esforzó por encontrarlos. Uno de ellos fue Don Pío Alvarado, de quien escribió en una de sus canciones: Como ha lloviznado en Lara/ al lado de Pío Alvarado. /Que linda la madrugada/cuando ese gallo ha cantado”. El encuentro con el cantor popular larense se produce en 1983.

49.- Alí sabía que el canto no moriría mientras pasara de manos de los maestros del pasado a manos de los nuevos retoños. Seguiría creciendo como un árbol frondoso mientras los padres cantores lo depositaran en las manos de las más jóvenes generaciones.

50.- Durante ese mismo año (1983), Alí participa en el III Festival de la Nueva Canción que se realiza en la Plaza de la Revolución de Nicaragua, donde se concentran más de 200 mil personas. Alí canta y también cantan Mercedes Sosa y el cubano Silvio Rodríguez. El poeta falconiano manifiesta su voluntad de rendirle un homenaje al Libertador Simón Bolívar en ocasión del bicentenario de su natalicio e invita muchos artistas a sumarse a este evento de alcance universal.

51.- Justamente ese año (1983), en el homenaje a El Libertador Ali emplea todos sus recursos como organizador de la cultura: no sólo pone a disposición de la celebración de la efemérides su dinero personal, sino que articula un movimiento de cantores que se agrupan en diferentes Estados de Venezuela para sumarse a la recordación. Es así como el canto convoca a miles de personas en Puerto La Cruz, Cumaná, Maracaibo y Barquisimeto, la ciudad musical que tanto amó Alí. En Caracas alcanza a reunir mucha gente en un acto que tiene como escenario el Nuevo Circo, justamente el 24 de Julio…

52.- Alí captó tempranamente la capacidad de resistencia del pueblo, manifiesta de sus poderes creadores. Es por ello que supo expresarse diáfanamente en los siguientes términos: “Creo en el canto, porque mi pueblo ha sobrevivido cantando siempre”. Es por que se le ve participando en numerosos actos conmemorativos de auténticos exponentes de la canción o de la poseía popular, como en la conmemoración de un año de la desaparición física de su gran amigo y compañero de luchas, el poeta falconiano Servando Garcés.

53.- Ali rompe con el estilo de las campañas usadas por los políticos para promover su candidatura en las elecciones. Su voz solidaria y su canto de hondo contenido humano, acompañados de una interpretación enérgica, estremece a las multitudes. Venciendo el prejuicio de que la cultura no da votos, su prestigio y estilo apoyan con alto grado de eficacia la campaña emprendida por gente honesta y revolucionaria, como es el caso de José Vicente Rangel en 1983.

54.- Alí es precursor en Venezuela de la preocupación por el cuidado de la Naturaleza y por la formación de movimientos de conciencia social alrededor del deterioro de las fuentes de agua, de lagos y ríos, de la agresión a las montañas. Así, lo vemos aportando su voz y su poder de convocatoria para denunciar la depredación del Río Tocuyo en 1984.

55.- En 1985 el luchador Alí marchaba rumbo a su estación postrera sin saberlo. Venía de regreso a casa de un ensayo de grabación de un disco. Era carnaval y en la madrugada caraqueña los carros cruzaban veloces y alegres; uno de ellos vuela por encima del separador y embiste la camioneta en que viajaba… “los que mueren por la vida, no deben llamarse muertos”. Ocurrió aquel 16 de febrero. Su hijo más pequeño iba a cumplir tres meses de nacido. “Yo amarré los recuerdos al árbol de la noche y fui en busca del sol..."


56.- Tuvo siempre bien claro que la función del canto consistía en fortalecer la conciencia del pueblo en los valores de que él mismo era portador; su capacidad de movilización conducente a lograr la unión entre la gente. Así, su canción devenía en el arma de combate más eficaz para desenvolverse en la lucha social. Ese fue y será el simbolismo principal de su acción a través del arte musical: su fusil cargado de amor, constancia y devoción; de ahí que lo ilustremos como su fusil de flores, listo para disparar, siempre cargado de ternura.

Como bien lo expresó en voz firme el autor de Humanidad :“Alguna vez iremos hasta la tierna herida de la Patria y se la cerraremos con un hermoso beso”. …” Estas palabras proféticas de Alí no llegaron a convertirse en realidad mientras vivió. Pero se cumplirán, estamos en vías de que sus sueños amanezcan un día siendo realidades. El camino es largo y hay que aprestarse a emprenderlo con el mismo optimismo con que sonreía el poeta falconiano ante las adversidades. “…he recorrido bastante camino, por supuesto ese camino no tiene limite, hasta el ultimo aliento seguiré ese
camino.”
Alí en su Diversidad Universal.

Alí es el ejemplo más alto del nuevo canto nacido en Falcón, a golpe de escardilla hiriente de una tierra semidesértica, pero que al preñarse da los frutos más preciados. Supo hurgar en los escondrijos de la canción en sus más diversas modalidades, tal como se daban en la región y en otros sitios de la geografía nacional, como la entrañable Lara, con el horcón mayor, Pío Alvarado, y el Zulia, última escala pocos días antes de morir trágicamente. Interminable la lista de los cultores populares que reconoció y en los cuales se inspiró para componer temas que le proyectaron a la aceptación de toda Venezuela, ejemplo elocuente: los Salveros de San Hilario, cuando lo de la canción solidaria con el cerro Galicia. Transitó por las grandes ciudades, en la patria y fuera de ella, pero hasta el último momento reivindicó su entraña de campesino paraguanero, de donde había aspirado el humus esencial de su vida llana, desenfadada y sincera, que alimentó una poderosa manera de asumirlo todo con la reciedumbre y valentía del hombre bueno del terruño; marca distintiva asimismo de su inicial trova soñadora y mañanera. A nada, sin embargo, fue ajeno, porque atento estuvo siempre a los latidos musicales de la Patria Mayor que es Latinoamérica, a cuyos pueblos entregó su militante cántico solidario.
No cabría, pues, mejor explicación para la presente exposición que el homenaje del Estado Falcón a la vida y a la obra del Padre Cantor del Pueblo Venezolano, en el marco de este Encuentro por la Diversidad Cultural, de la cual también Alí se redimensiona como símbolo, en tanto la trató no sólo refiriéndola a las manifestaciones del espíritu humano, sino también al respeto y a la defensa de la biodiversidad. Hombre y Naturaleza para él debían marchar al unísono. Mas su excepcional capacidad intelectual lo condujo a diseñar el programa más acabado y radical de la política cultural de un país, como Venezuela, en el cual soplaban ráfagas de cambios profundos inspirados en el pensamiento del Libertador, sostenidos por las masas populares cuyas creaciones asimiló y recreó con genial originalidad, las mismas que cantaron y bailaron al ritmo inefable de este poeta-cantor falconiano. Reivindicó al indio, instaló en su lugar la gesta de liberación nacional del negro extrayendo de ellos valores esenciales como el de la libertad y colocó el corazón del pueblo en su mano, para levantarlo como el verdadero puño que golpea las tinieblas.
Porque sabía como ningún otro artífice el precio y la función de las ideas en la lucha frontal de las masas explotadas contra la clase que le ha negado siempre el aliento, le dio al arte su rol decisivo en la organización de un movimiento cultural basado en los poderes creadores del pueblo, que se constituyera en la trinchera de primera línea en esa disputa y desde la cual se librara el combate por la unidad de la sociedad, más allá de los intereses de grupos políticos que, lejos de adelantarla, han dividido siempre a la gente para lograr sus fines. En ese pecho solidario se juntó la sangre toda de la nación, más allá de los orígenes de etnias y de “razas”, a las que nunca mencionó por su contenido reaccionario, como en un haz de varillas múltiples de un entramado nacional que resume en un rayo de luz el arco iris del país que ahora se está fundando definitivamente. La unidad es en términos políticos lo que la identidad en términos de una cultura nacional, forjada en el proceso de liberación e independencia nacional, no excluyente de objetivos libertarios a nivel supranacional.
Es lo que hizo brotar de la garganta la música de su pueblo, cargada de sentimientos, aires melódicos y ritmos que recorren el cuerpo físico de toda Venezuela, cuyos intereses y necesidades expresivas y sociales interpretó magistralmente con la sensibilidad característica de un juglar pueblerino por cuya mente pasó un turpial diciéndole que en el cují se sintetizaba la dimensión universal del ser humano. Porque como Venezuela es resumen de la Humanidad, el canto de Alí aglutinó todas esas sangres para reconocer en cada cultor del pueblo el polen necesario para levantar la Patria bonita con que soñó y guerreó este coriano de pura raigambre. Uno en la diversidad, como su pueblo venezolano, el canto de Alí inspirado en lo múltiple y heterogéneo se suma a esta reflexión acerca de dónde venimos, cómo se forjó la identidad venezolana y hacia dónde deberemos conducir los pasos en este laberinto de pueblos y culturas con los que nos ha tocado convivir. Frente a este mundo donde el poder hegemónico de las potencias del Norte debilita nuestros sentimientos, niega la riqueza artística e innovadora de las localidades, comunidades y regiones para imponer un modelo de cultura global que es el nuevo instrumento de dominio, ahora con pretensión de ser establecido a escala planetaria, no hay respuesta más oportuna y eficaz que presentarle aquel puño poético y de claro pensamiento transformador, sólido y firme, que levantó Alí, con el respaldo de la conciencia plena del pueblo de que su saber más preciado permanece en el fondo ancestral del Hombre, dispuesto a enfrentarse a las tinieblas y con la voluntad de llegar al buen puerto, donde el hombre será hermano del hombre, más allá de cualquier distingo de procedencia étnica, color de piel, sexo o posición social.
Alcanzar la Humanidad que Alí visualizó y a la que le cantó, a la que aspiramos y por la que luchamos desde esta trinchera, una y diversa, humana y solidaria que es la cultura: he aquí la meta última y trascendente de nuestros propósitos.


Lic. José Millet
Director
Centro de Investigaciones Socioculturales-INCUDEF